Hace unos días conversaba con Luis y Julia acerca de su viaje a un país latinoamericano hace ya 10 años. Julia se acababa de convertir en madre adoptiva de una niña de 3 años de edad, y su hermano Luis, ni corto ni perezoso, se ofreció a acompañarla durante el tiempo que estuviera en el país, para que no se sintiese sola, para ayudarle a hacer trámites si era necesario o para lo que fuera.
Mientras disfrutábamos de una agradable infusión en una terraza con vistas a la costa, no nos pusimos a hablar los tres de lo que fue lograr una maternidad adoptiva estando soltera, ni de trámites ni siquiera de su niña, una chica adolescente que es feliz y de la que su madre dice que están viviendo su adolescencia, “disfrutándola y sufriéndola, supongo que como todos los que son padre o madre…” Yo les saqué a colación el tema de nuestro próximo taller:
“En la familia somos más: hermanos, abuelos, amigos… Reacciones del entorno. Integración social.”
Y conversábamos…
- Sobre la reacción de sus padres (los de Luis y Julia) cuando su hija les contó que iba a ser madre adoptiva y que además no iba a esperar a tener una pareja.
- Sobre lo que sintieron ellos (si se lo contaron), sobre lo que sintió Julia al ver las reacciones de sus padres, de su hermano, de sus mejores amigos.
- Hablamos de lo que sintió Luis, maestro de música en un colegio de Primaria en el que ya hace diez años había dos casos de niños que habían sido adoptados, y que por tanto intuía algunas de las dificultades a las que su hermana y su futuro hijo/a adoptivo iba a enfrentarse en el colegio;
- Hablamos de los vecinos, de los “opinólogos” del trabajo y después de los del parque, del colegio, del supermercado,… “¿Pero cómo era posible que no se dieran cuenta de que su opinión no era ni pedida ni bien recibida? – me dice Julia.” “No les conocía de nada y supongo que muchos con buena intención –y otros con no tanta- opinaban y decían, me rebatían y discutían ¡delante de mi hija de 3 o 4 años! Sobre su origen, sobre el color de su piel, sobre su familia biológica, sobre el modo en que la estaba criando… ¡sobre todo!”
Y así fue pasando la tarde, entre recuerdos, y entresacando qué elementos, qué acciones, qué ideas le fueron útiles para ayudar a su hija a integrarse en el entorno, el entorno que la recibió como una nieta más, como una sobrina más pero también ese entorno aparentemente tan amigable pero que en ocasiones resultaba -y a veces sigue resultando- intrusivo, inquisidor, cotilla,…
El próximo día 21 de mayo estaremos en el taller posadoptivo que tendrá lugar en el C.M.I. El llano de Gijón, en la sesión titulada
“En la familia somos más: hermanos, abuelos, amigos… Reacciones del entorno. Integración social.”
Y allí resolveremos algunas de las claves que Luis y Julia me comentaban la semana pasada. Escucharemos en primera persona a una abuela que relatará cómo se convirtió en abuela cuando su hija adoptó un bebé. Le preguntaremos si es una abuela sin más o también las abuelas llevan ese apellido de “adoptivas”.
Y descubriremos qué podemos hacer los padres y madres para ayudar a nuestros hijos e hijas a integrarse en el entorno que nos acoge como familia, con sus más y sus menos…
Os esperamos en el próximo taller de Asturadop.
¿Cuándo? 21 de mayo de 10:00 a 13:30
¿Dónde? C.M.I. El Llano de Gijón
Puedes venir con tus hijos/as, tienes a disposición la ludoteca del propio centro, cuyo coste es de 5 €.
Para inscribirte rellena la siguiente ficha: