Porque es necesario adaptarse a los cambios que se producen en nuestras vidas tras una separación de pareja: seas hombre, mujer, niño, abuelo, profesional… a todo el entorno de los peques nos corresponde adaptarnos.
Si la adaptación está suponiendo dificultades, si vivimos más en el pasado o el rencor, si no encontramos salida, si parece que cada vez las cosas van peor en lugar de irlo superando,… quizá es el momento de buscar ayuda, de escuchar otro punto de vista, de romper con la fórmula que estabas siguiendo.
Ponerse en el lugar del niño o la niña, ver cada una de nuestras acciones con sus ojos, escuchar nuestras palabras, las de nuestras pareja, las de nuestros familiares,… con sus oídos, es nuestra apuesta. Darle la vuelta a nuestros gestos, a nuestros comentarios, a nuestros actos. No es fácil, pero se puede.
De eso va “Adaptándonos: dos casas, una familia”.