Mi experiencia en Sumando

Gea Antinoro-Psicóloga Universidad de Palermo

Conocí Sumando a través de la Universidad de Oviedo, durante el año 2016 en el que estuve de Erasmus en Asturias. Necesitaba encontrar una organización que me ofreciese la oportunidad de desarrollar las prácticas de Máster en Psicología Clínica… y así empezó mi historia de amor con Sumando y todas las personas que en ello suman sus esfuerzos.

Como extranjera, esta primera experiencia con la asociación me dio la oportunidad de abrir las fronteras de mis conocimientos respeto a qué es la intervención psicosocial, pudiendo hacerlo en un clima de mutuo respeto dentro del equipo y con un fuerte y real interés para todos los usuarios que se atienden en Sumando.
El entusiasmo que había llevado conmigo a Italia al final de esta primera etapa fue tanto que decidí “importar” lo había aprendido ahí en mi país y realizar el proyecto de fin de máster en colaboración con la asociación.
La presentación del proyecto al tribunal académico fue un éxito, para mí, mi profesor italiano y para todo el equipo español que colaboró en la creación del mismo.

…y cuando pensaba haber llegado al final de mi trayectoria en Sumando,  me vino otra idea.

El sistema académico italiano, muy distinto respeto al español, prevé que los estudiantes de muchas facultades, después de conseguir el máster, desarrollen un año de labor dentro de una entidad en convenio con la universidad, para que puedan acceder a la habilitación profesional.

Mi primera opción fue la de volver en Pola de Siero y seguir incrementando mi formación en el mismo sector, sin embargo mi plan solo se podía realizar abriendo un convenio entre la asociación y mi universidad. Yurema de la Fuente, mi tutora y presidenta de la organización, abrazó con entusiasmo mi proyecto y fue así como empezó mi experiencia como voluntaria en Sumando desde el abril del 2017 hasta el mismo mes del 2018.

Mi formación y mi trabajo en Sumando se ha desarrollado preferentemente en el ámbito de las adopciones y orientación familiar.
Poco a poco, a lo largo de estos dos años he convertido los conocimientos teóricos en práctica y luego en experiencia laboral. Las actividades para las que necesitaba un monitoraje constante en principio se convirtieron en algo habitual y familiar y, asumiendo cada vez más responsabilidades, pude llegar a gestionarlas autónomamente.

En adopciones he podido seguir a las familias a través de todas las etapas del proceso de adopción, las hemos acompañadas desde la formación preadoptiva hasta el seguimiento posadoptivo. Mientras en orientación familiar hemos guiado a los padres en el desarrollo de las habilidades y capacidades necesarias para llevar a cabo una crianza sana y una parentalidad positiva.

Los proyectos manejados por Sumando son muchos y las ideas y novedades dentro la asociación parecen aumentar de año en año, sin embargo todas tienen algo en común que se explica bien con la metáfora de “las gafas de las necesidades”.

Este concepto es probablemente la herencia más preciosa que me he llevado al término de esta experiencia. Entender las necesidades de los demás, entrenar las propia capacidades empáticas, es fundamental para quien, como nosotros, quiere trabajar en un contexto comunitario y más que una forma de manejar la labor del día a día es una “forma mentis” que se aplica a cualquier situación de vida.

Ponerse unas gafas nuevas abandonando las perspectivas menos funcionales a veces puede ser la solución mejor para no quedarse atrapado en la red de las etiquetas clínicas y solucionar los problemas a partir de los propios recursos.

Aconsejo una experiencia de voluntariado en Sumando como una oportunidad para entrenar las propias habilidades tanto profesionales como personales, para aprender a trabajar en equipo sumando esfuerzos y a trabajar como persona para las personas.

Ponte en contacto y te presentaremos los proyectos en los que puedes participar: 984 15 30 24 // info@sumando.org

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